¿Es mejor una tarifa de luz y gas conjunta o por separado?

¿Es mejor una factura de luz y gas conjunta o por separado?

Todas las familias o personas que hacen frente a gastos de suministros como el agua, la luz o el gas siempre buscan el modo de reducir estos pagos y bajar la factura. Y aquí llega una de las preguntas más habituales: la tarifa de luz y gas, ¿factura conjunta o por separado?

Si pruebas a hacer esta pregunta en una reunión de amigos, en el trabajo o en familia, comprobarás como rápidamente se hacen dos bandos: los que están a favor de la factura conjunta y los que aseguran que es un error y que es mejor tener cada consumo por su cuenta.

¿Cuál es la respuesta correcta? ¿Qué sale más barato? Desterraremos los mitos y daremos una respuesta basada en los datos reales. Y para no alargar más la respuesta: aquellos que piensan que la tarifa conjunta es mejor están equivocados. Contratar luz y gas por separado es la opción que hay que seguir si se quiere ahorrar algo cada mes en estos suministros.

¿Por qué es mejor la factura separada de luz y gas? ¿Cómo se produce el ahorro? Estos son los motivos que hacen que no tener tarifa de luz y gas conjunta sea la opción más inteligente.

No hay duda: Tarifa de luz y gas por separado

Son varios los puntos a favor de contratar las tarifas de luz y gas por separado. Conocerlas todas es esencial para poder ajustar las contrataciones y reducir el gasto. Está demostrado que contratar luz y gas por separado por sí mismo no supone un ahorro, pero si se siguen estas pautas y consejos el ahorro puede llegar a suponer hasta un 20% en ambas facturas cada mes.

Control de las tarifas

Al pagar la luz y pagar el gas por separado se puede comprobar muy fácilmente qué se está pagando en cada caso. De este modo, es más fácil ver si hay algún gasto excesivo de gas en verano, cuando no se usa la caldera, o si por otro lado la tarifa de luz con discriminación horaria no se adapta a los hábitos de la familia.

Estos ejemplos son perfectos para entender lo importante que resulta conocer perfectamente qué tipo de tarifas se tienen y cómo afectan, para bien o para mal, al consumo doméstico de suministros.

Análisis de competencia

Mucha gente piensa que la tarifa conjunta es mejor porque te libra de líos, lo puedes gestionar todo con el mismo proveedor, etc. Pero lo cierto es que este tipo de ofertas son más limitadas y, por tanto, los que disponen de ella pueden tener un nivel de precios más exigente. En otras palabras: hacen a los clientes pagar más por lo mismo.

Al contratar tarifas de luz y gas por separado se abre un campo de oferta mucho mayor, por lo que es más fácil realizar un análisis de la competencia para la luz y otro para el gas y quedarse con el proveedor que más rebaja haga o menos cobre por el suministro mes a mes. Es posible que se trate de unos céntimos, pero al final del año esto puede suponer una cantidad de dinero reseñable.

> Lo que dicen los expertos

Si el consumo de luz y gas de un hogar es muy variable y hay mucha diferencia entre una cosa y la otra, los expertos en economía doméstica desaconsejan firmemente la facturación conjunta.

Pagar en una misma factura luz y gas si se hace un gasto de luz normal y, por el contrario, el gas se utiliza solo para el agua caliente de una ducha al día, es un error claro para los más expertos en el ahorro en las familias. Esto es así porque el tipo de tarifa de las facturaciones conjuntas se inflan en el total aunque el gasto sea muy diferente.

De este modo, hay que pensar muy bien si tener la factura unida en cuanto a luz y gas tendrá este efecto y hará que el cliente pague más por exactamente lo mismo que obtendría teniendo dos contratos distintos y realizando el mismo gasto.

> Lo que dicen los datos

Pero ¿qué dicen los datos? Comprobar las diferencias de facturación y gasto con cifras reales y contrastadas es la mejor forma de confirmar que contratar luz y gas por separado es la opción que resulta más útil para la mayoría de las familias.

Así pues, los registros públicos demuestran que tener que contratar los packs de tarifas conjuntas de luz y gas suponen un gasto medio de 1020 euros al año. Por el contrario, la suma de las tarifas de luz y gas por separado ofrecen un gasto medio de 980 euros al año, aproximadamente.

¿Qué quiere decir esto? Que las personas que contratan luz y gas por separado pagan, de media, 40 euros menos al año en sus facturas de luz y de gas que las personas que lo tienen contratado de manera conjunta.

Parece una cifra irrisoria y sin importancia, pero la pregunta es: ¿qué necesidad hay de pagar 40 euros de más por exactamente el mismo tipo de servicio? En realidad, aquellas personas que dicen que la contratación conjunta es más cómoda no han observado beneficios reales: tanto el soporte como los servicios de atención al cliente parten de la misma empresa, sí, pero se gestionan generalmente de manera individualizada.

Esto demuestra sin duda que no hay necesidad ni claros beneficios por los que la tarifa conjunta sea mejor.

Una conclusión evidente

Está claro que lo que el cliente desea es encontrar una tarifa de luz y gas que proporcione los servicios necesarios para el uso diario de los electrodomésticos, la calefacción, el agua caliente, etc. y, a la vez, ahorrar todo lo posible mes a mes.

Por tanto, la recomendación es seguir estos pasos en un estudio sobre qué tipos de empresas suministradoras hay en el mercado, qué tarifas y ventajas ofrecen, cuáles son sus descuentos, etc. De este modo, se llegará a la conclusión de que el mayor ahorro se da cuando se opta por contratar luz y gas por separado y aprovechando los mejores servicios del mercado.