Internet se ha convertido en un bien sin el que casi no podemos vivir. De hecho, la mayor de
las tragedias actuales es quedarse sin Red mientras ves Juego de Tronos, Stranger Things, o
cualquier otra serie. También te puede pasar en el momento clave para ganar un partido de
FIFA o, peor aún, acabando un informe que estabas rellenando con un procesador de texto
online.
En ocasiones puede ser que la compañía que te sirve la conexión esté en mitad de un
mantenimiento o se haya producido una caída repentina. En ese momento deberías proceder y
reiniciar el router. Hoy te explicamos por qué es bueno darle un descanso a este aparato.
Por qué debes reiniciar tu router
Es posible que a la hora de instalar el router le hayas dejado esta tarea al técnico de turno.
Como es lógico, él tiene todos los conocimientos necesarios para que el sistema funcione
correctamente. Pero si prestaste atención a lo que hacía, o si alguna vez te ha dado por buscar
qué era la otra contraseña que no es la del WiFi, te habrás dado cuenta de que este dispositivo
tiene hasta un sistema operativo.
Resulta que ante ti tienes un pequeño ordenador que trabaja 24/7 para que tú tengas un punto
de acceso a la Red siempre operativo. Además, tiene otros componentes como procesador o
almacenamiento interno para procesar y mandar la información de forma constante. Pero
como le ocurre a cualquier dispositivo, todo tiene un límite y da igual que amplifiques tu red
WiFi, si tienes un ‘pico’ en tu conexión es porque el router está fallando.
Por eso debes reiniciar tu router de vez en cuando, aunque existen tres razones generales para
hacerlo. La primera de ellas es por un fallo del sistema operativo. En Windows 10 son las
pantallas de colores de la muerte, pero en el router simplemente da un error y deja de
funcionar correctamente. En segundo lugar, puede ser que dos dispositivos tengan la misma
IP y este conflicto hace que la Red falle. Por último, y no menos importante, está el exceso de
calor.
Que no se caliente el router
Este último punto merece una mención aparte. Si tu router está caliente lo mejor es apagarlo
durante unos 10 segundos. El porqué reside en uno de los componentes llamados
condensadores. Por ellos fluyen energía e información a todos los dispositivos y pueden
acumular calor. Dándole tiempo suficiente ayudas a liberar datos almacenados y haces que el
sistema arranque limpiamente. Por supuesto, también ayudas a que se enfríen para que
trabajen mejor al encenderlo de nuevo.