No hay nada mejor que disfrutar de una tarde de invierno en casita con la calefacción bien caliente. Sin embargo, los altos costes de los combustibles y la disminución de los ingresos de muchas familias hacen que nos lo pensemos dos veces antes de tener la calefacción puesta todo el día (por no hablar del detrimento de la sostenibilidad), por eso te vamos a dar algunos trucos para que mejores su uso, mantengas tu hogar calentito por más tiempo y puedas ahorrar en la calefacción.
1. Ventila tu hogar, pero sin pasarte
Uno de los problemas del invierno es que hay que ventilar la casa de vez en cuando y eso puede hacer que te congeles… La clave está en hacerlo en las horas en las que hace menos frío, es decir, a mediodía o cuando dé el sol en tu hogar.
Recuerda que 5 minutos son suficientes, no hace falta tener las ventanas abiertas toda la mañana de par en par para ventilar tu casa
2. Divide y vencerás
Procura cerrar las puertas de cada habitación para que el frío no invada toda la casa. Si cada habitáculo está independientemente aislado de los demás, es más fácil conservar el calor que si dejamos todas las puertas abiertas…
3. Tapa las fugas de calor para ahorrar en la calefacción
Comprueba puertas y ventanas para asegurarte de que el calor no se escapa por las rendijas. Si tu casa es vieja o las ventanas están muy desgastadas, es probable que se esté colando frío por ellas.
Compra cintas adhesivas de aislamiento para cerrar bien las fugas de calor de tu hogar. Son muy baratas y no necesitan ninguna instalación especial.
4. Programa u optimiza los tiempos de tu calefacción
Si tienes frío nada más levantarte, lo mejor es programar que se encienda la calefacción unos minutos antes. Si no tienes esta tecnología, basta con levantarte un poco antes para encenderla. Lo que no debes hacer es dejarla encendida toda la noche o cuando no estés en casa.
5. Reorganiza tu espacio
No pongas grandes muebles cerca de los radiadores porque anulas el calor que sale de aquellos. Además, has de saber que los muebles absorben el calor, es decir, lo atraen para sí y se lo quedan. Si tienes sofás cerca del aparato, evitarás que el calor se propague… y lo mismo pasa con la ropa tendida en el interior.
Reorganiza tus muebles para que el calor fluya por la habitación y no se quede “pegado” a tu mobiliario y enseres.
6. Revisa los radiadores
Si notas que tus radiadores no se calientan mucho, quizá debas purgarlos o verificar que no hay suciedad obstruyendo la salida de calor.
7. Saca las alfombras
Las alfombras no son solo un elemento decorativo y te permiten ahorrar en la calefacción. Durante cientos de años se han usado para mantener el calor de las habitaciones evitando que se escape por el suelo. No olvides limpiarlas adecuadamente ya que pueden contener suciedad o ácaros.
8. Regula el termostato de la caldera
Cada grado, cuenta. Busca una temperatura en la que te sientas cómodo pero que no dispare la caldera a cada momento. Recuerda que no estás en verano, por lo que no se espera de ti que vayas en manga corta por la casa.
9. Usa el sol en tu beneficio
Cuando el sol dé en tu casa, abre las cortinas, pero mantén las ventanas cerradas para que tu casa se caliente sin que se escape la buena temperatura. Cuando el sol se vaya puedes cerrar cortinas y persianas para mantener mejor ese calor.
10. Muévete
Si te quedas en casa parado en una silla toda la tarde, es probable que pases más frío. El movimiento activa la circulación sanguínea, por lo que lo mejor es levantarse frecuentemente, moverse por la casa o hacer algún tipo de ejercicio en su interior.
11. Tápate con la manta
Un clásico que nunca falla. Una buena manta que nos cubra gran parte del cuerpo mientras leemos o vemos una película es perfecta para pasar la tarde acurrucado y sin coger frío. Si realizas esta actividad con tu pareja os daréis calor mutuamente y vuestra relación se afianzará un poco más.
12. Cierra los radiadores de otras habitaciones
Si tienes habitaciones en las que no vas a estar, cierra los radiadores. Algunos cuartos apenas se usan en todo el día, por lo que si los cierras consumirás menos energía y permites que otras habitaciones focalicen todo el calor.
13. Aumenta el nivel de humedad
Con la llegada del frío, disminuye la humedad de nuestros hogares, lo que los hace aún más frío. Para que el calor se mantenga es importante que haya humedad en el ambiente, lo que puedes conseguir mediante plantas de interior, humidificadores o, sencillamente, poniendo cuencos con agua encima de los radiadores, ¿lo sabías?Todas estas medidas permitirán que ahorres algo de calefacción durante el invierno, pero lo más importante no está en la casa, sino en tu cerebro: es invierno. Acepta que hace más frío y hazte con un buen pijama o bata de invierno para estar en casa